COLUMNA VERTEBRAL, INTACTA

Los experimentados sostienen al equipo. Con el desarrollo de toda la preparación y en buen estado físico, se lucieron en Tigre.

Facebook Twitter whatsapp

Pasaron los partidos amistosos. Pasó la pretemporada. Estamos listos y preparados. Y allá va Banfield. Con sus banderas levantadas. Con Darío dando vuelta la página luego de su maltrecho fin de año, de desgarro en desgarro. Con Jesús haciendo “una buena pretemporada”, como dijo Julio en relación al trabajo y la intensidad (algo que le había faltado antes). Con Bertolo, siempre listo en un andarivel. Y Mouche, con un rendimiento regular. Difícilmente sea descollante. Nunca es el peor. Siempre parejo. Con Sperduti entendiendo el rol que le toca asumir, de relevo, sin estrellatos ni molestias. Con Civelli y su constante voz de mando.

Ellos, potenciados por el trabajo de la pretemporada en una edad donde no se rinde sin entrenamiento y sin haberse cuidado en sus primeros años de carrera, llevan de la mano a los pibes. Con buenos rendimientos, con profesionalismo, y siendo ejemplo desde el silencio y seguramente la intimidad, cuando los ‘viejitos’ están bien, Banfield marcha.

Por eso, se entiende la decisión de haber resistido el embate de River por Darío. Se comprende por qué no se va Mouche. Porque Banfield edifica a los jóvenes desde abajo, pero les ofrece el paragua protector para que se desarrollen en un clima amable y ameno.

Publicado el: 28/1/2018

Seguir Leyendo: