Es todo felicidad. Los chicos se abrazan, saltan, revolean las camisetas, Hugo Donato se abraza con sus colaboradores, para después felicitar a cada uno de sus jugadores. Una vez en el vestuario, sigue la celebración, el camerino de Banfield se viste de fiesta. Es todo algarabía. Los motivos sobran. El Taladro está en semifinales. La Reserva de Donato superó con autoridad la serie ante Unión de Santa Fé y se metió entre los 4 mejores equipos del campeonato. 

Con un gran partido de David Brizuela, como armador de juego, y un Juan Manuel Cruz afilado en la definición, los de Peña y Arenales fueron ampliamente superiores al conjunto santafesino, que no pudo hacer valer el peso de su localia. Con goles de Cruz, en 2 oportunidades, Tomás Assenato y Ramiro Enrique, Banfield ganó 4-2 (6-2 en el global) y ahora irá en busca del pasaje a la final, ante Estudiantes de La Plata. 

De todas formas, las cosas empezaron algo complicadas para Banfield. Unión, con la obligación de revertir el 0-2, salió con todo en busca de un gol tempranero, que le permitiera mantener abierta la serie y a los 12 minutos llegó el 1-0 para los dueños de casa. 

Sin desesperarse, Banfield hizo su juego, ese que lo llevó a meterse en esta instancia. Y esa paciencia fue la que permitió, a los 25 minutos, empatar el partido. Juan Cruz capitalizó una pelota perdida dentro del área, tras el remate de Brizuela, y con mucha frialdad, definió para el 1-1. 

12 minutos más tarde, el goleador del partido, apareció nuevamente y dio vuelta el resultado. Ramiro Enrique ganó en el mano a mano, llegó al fondo para tirar el centro atrás, y con el manual de los viejos delanteros, Cruz desvió esa pelota a la red y puso el 2-1 parcial. 

Banfield quería más, no se conformaba con lo realizado hasta el momento. Quería liquidar la serie. Por eso, el pedido de Donato era seguir jugando de la misma manera. Sobre el cierre del primer tiempo, un mal despeje de la última línea de Unión, dejó la pelota viva cerca del área, Assenato se la llevó en velocidad y, ante la salida del arquero, definió cruzado para el 3-1, resultado con el que los 2 equipos se fueron al descanso. 

En el complemento, una falta de Quinteros dentro del área, le permitió a Unión, cuando iban 15 minutos, marcar el 3-2 parcial. Parecía algo imposible que el Tatengue diera un batacazo, ya que necesitaba 3 goles más. Pero todo podía pasar. De todas maneras, esa mínima ilusión, iba a desaparecer en el momento que llegaron las expulsiones. El local terminó con 9 jugadores. 

Y con espacios, Banfield iba a llegar al cuarto gol del partido. Desborde de Brizuela y centro al segundo palo, para la aparición de Ramiro Enrique, que de cabeza, sentenció el encuentro.