SE PONEN LA VARA ALTA

Los pibes del Taladro le hicieron un gran partido a Boca, pero no alcanzó. Perdieron por la mínima, merecieron más y se fueron con bronca.

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Fue un debate acalorado: ¿debía Banfield poner suplentes ante el puntero del campeonato y no guardarse nada para la Copa o había que salir a jugarle con todo al Xeneize? Nadie se terminó por convencer del todo, salvo el entrenador que puso a los pibes y ellos convencieron a todos. Es verdad que no se ganó y que, otra vez, se perdió. También es real que los chicos albiverdes sorprendieron con un partido muy bien planteado y jugado.

Todo comenzó con una mínima distracción. A los dos minutos, Tévez anticipó un centro desde la derecha en el primer palo y puso a Boca en ventaja a los dos minutos. Pintaba para catástrofe, era dominio de la visita y nada más. Sin embargo, a medida que comenzaron a correr los minutos, el equipo local tomó confianza y cerró todos los caminos del rival. En una gran muestra de juego asociado, tuvo las mejores chances y salvo en momentos específicos, jamás bajó la intensidad.

Categórico partido de Álvarez, a puro lujo, casi consagratorio. Buenos aportes de Lucho Gómez y Juli Carranza, sumado a sobrias tareas de Maldonado y Colela. Mucho para proyectar en un Banfield que tendría que alegrarse por el desarrollo, aunque la caravana está puesta tan alta que se lamenta por el desenlace.


Publicado el: 19/2/2018

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