Pasaron 5 años del regreso de Banfield a Primera División. Y detrás de ese logro, hubo una cabeza que empezó a gestar con antelación todo lo conseguido. Matías Jesús Almeyda fue el encargado de formar el plantel que devolvió al Taladro a la elite del fútbol argentino, iniciando su plan en el cierre de la temporada anterior. El Pelado aprovechó esas últimas fechas del torneo 2012-2013 para analizar lo que había y decidir quiénes iban a llegar. De esa forma, eligió los nombres para potenciar al equipo y a quiénes les iba a dar una nueva oportunidad. 

En una charla exclusiva con Hablemos de Banfield, por Radio Latina (AM 1010), el oriundo de Azul recordó todo lo vivido en aquel torneo, cómo se gestó la mística de ese equipo y el vínculo que se generó entre jugadores, dirigentes e hinchas. “Fue un momento de mi vida muy lindo, siempre lo recuerdo y lo voy a recordar”, confesó Matías. 

Almeyda recuerda que “fue bueno ver a los jugadores, darles una nueva posibilidad y hacer un análisis” en esas últimas fechas, previa a la campaña del ascenso. “Pudimos conformar un lindo grupo, con buenos profesionales, buenos jugadores que venían de otros clubes, con un nivel no muy bajo. Entre todos, aportamos nuestro granito de arena y así terminó ese Banfield, vendiéndose casi todo”, aseveró. 

Además, señaló que implementaron un estilo de juego “al cual Banfield no estaba acostumbrado, que el arquero saliera jugando no gustaba mucho”. “Manteníamos siempre el control del juego, pudimos realizar otro estilo de juego al que estaba acostumbrado la gente y fue bueno. Hicimos debutar chicos de inferiores. De todas maneras, lo más lindo fue que conformamos un hermoso grupo fuera de la cancha. Todavía nos escribimos con la gente que trabaja ahí. Quedó un recuerdo espectacular”, comentó. 

Almeyda remarcó que los jugadores “fueron grandes intérpretes” de la idea de juego del cuerpo técnico. “Fue un equipo que disfrutó jugar al fútbol y nosotros disfrutábamos de verlo jugar”, aseveró. De todas maneras, más allá de la forma en la que jugaba ese Banfield, para el DT argentino la clave estuvo en la unión que hubo entre el plantel, la gente y los dirigentes. “Teníamos buenos partidos, arriesgábamos bastante en un Nacional B en el que era difícil implementar el juego que pretendíamos. Pero, lo más importante era la semana previa a los partidos, la alegría, las ganas y la energía que había. La gente se hizo partícipe y era lindo ir a la cancha de Banfield, se veía a la Familia Banfileña. Cuando se unen todas esas partes, es imposible perder”, remarcó. 

Gaspar Servio, Nicolás Bianchi Arce, Nicolás Domingo, Juanito Cazares, Nicolás Bertolo y Santiago Salcedo fueron los apellidos que eligió Almeyda para reforzar a Banfield, que se sumaron a los regresos de Enrique Bologna, Nicolás Tagliafico y Walter Erviti, este último a mitad de torneo. Fueron jugadores que venían de equipos importantes, pero en los cuales ellos no tenían lugar y, tras su paso por Banfield, consiguieron repuntar su carrera. Por ejemplo, Nicolás Domingo es una pieza clave en Independiente, el ecuatoriano Cazares disfruta de su presente en el Atlético Mineiro de Brasil, Salcedo sigue demostrando que está vigente en la elite del fútbol paraguayo o el caso de Tagliafico, consolidado en el Ajax de Holanda y siendo el capitán de la Selección Argentina. 

Ver lo que lograron, tras su paso por Peña y Arenales, a Almeyda le genera mucha satisfacción y “es una alegría verlos realizarse como jugadores”. “Llegaron a Banfield siendo muy criticados, y no por la gente, sino desde el club de dónde venían y terminaron demostrando un nivel muy alto, por eso, después fueron pretendidos por muchos clubes importantes. Querían esa revancha de jugadores de fútbol. Algunos pudieron regresar a Banfield, otros fueron a otros lugares del mundo. Hoy vemos a Tagliafico levantar copas y era jugador nuestro. Siempre da alegrías todo eso”, recordó.

En relación a Taglia, Matías señaló que en las conversaciones que mantuvo con el defensor “siempre le decía que tenía un perfil europeo, que podía llegar a ser el lateral titular del Milan”. “Hoy está en el Ajax y seguramente en un par de años llegue a un equipo importante de Europa”, agregó. Y más allá de que hoy está atravesando un gran presente en el conjunto de Ámsterdam, para el ex técnico de las Chivas de Guadalajara, el jugador debe tomar un nuevo rumbo. “El Ajax es un club formador y un gran club, que cada 12 años hace esta clase de temporada. Por suerte, le tocó a Nico estar ahí en ese momento y se lo merece. Pero, no tiene que estar toda la vida ahí, tiene que cambiar”, avisó. 

Son muchos los recuerdos que se le vienen a la mente a Almeyda de aquella temporada 2013-2014 y remarca que es “un agradecido a Banfield y a esa dirigencia que tanto nos apoyó”. “Nos quedó un recuerdo de unión, humildad, que siempre se puede un poco más, de la manera que ganamos. El camino fue lo más lindo, lo mejor de todo eso fue el recorrido”, subrayó. 

Hoy, el fútbol lo llevó a trabajar a los Estados Unidos. Luego de 3 temporadas en México, donde consiguió refundar a las Chivas y llevarlo a ser campeón de la ConcaChampions (La Copa Libertadores del sector norte de América), Almeyda hoy comanda los destinos del San Jose Earthquakes de California, que disputa el torneo de la MLS “una liga en crecimiento, con un fútbol dinámico y que ahora apuesta a jugadores jóvenes”. “Antes venían jugadores casi retirados, hoy eso cambió. Es un torneo muy parejo. No costó adaptarnos, más allá de que tienen muchas reglas que son diferentes. Tiene cosas buenas y otras que deben mejorar, pero se manejan con mucha más claridad que en otros lados”, explicó.