TRES URUGUAYOS QUE SE ENAMORARON DE BANFIELD

La anécdota que contó, alguna vez, uno de ellos, la pinta de cuerpo entero a los tres y refiere a su llegada al Taladro.

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“Lo más increíble fue el 6 de enero de 1984, cuando llegamos a la Argentina con “Pico” Hernández y “el Zorro” Solari, dice Birriel. “Viajamos desde el centro de Buenos Aires hasta Banfield y cuando llegamos al estadio le preguntamos a un señor chiquito y canoso, si estaba Miguel Ignomiriello, que era el técnico en ese entonces y nos dijo que estaba por llegar.

Le dimos las gracias y ni bien llegó Don Miguel, dijo: “Vengan que les voy a presentar al presidente de Banfield”.  ¿Quién era? El mismo que nos había atendido en la puerta: Don Valentín Suarez. ¡Que señor, que personalidad!”. Birriel respira profundo, contiene la emoción y concluye. “Seguro que está en el cielo con Horacio García, “el Pampa” Orte, “Garrafa” Sánchez y muchos más, hablando del Taladro y haciendo fuerza por nuestro club”.

Los tres, habían coincidido en el club Parque del Plata, de Canelones, Uruguay, donde los dirigió don Miguel Ignomiriello, quien al llegar a Banfield, los recomendó.

Banfield llevaba 14 temporadas en la Segunda División, entre la Primera “B” y la recientemente creada, Nacional “B”. Ignomiriello ya no estaba, pero Hernández y Solari - Birriel, se habían ido a préstamo a Huracán. Se pusieron el equipo a sus hombros y en el octogonal consiguieron el segundo ascenso. Ya en Primera, Pico emigró y aunque Birriel regresó del Globo, no pudo evitar el descenso.

Les hablo de Hebert Birriel Torres, nacido en Montevideo, Uruguay, el 17 de agosto de 1961. Jugó en Banfield como volante, entre 1984 y 1986 y entre 1988 y 1989, un total de 117 partidos. Estuvo en Huracán entre 1986 y 1988. Hoy dirige una Escuela de Fútbol en Celaya, México. Donde también estuvo “Pico” y donde la indumentaria, lleva los más lindos colores, que todos cultivamos.

Rubén Daniel “el Zorro” Solari, había nacido en Mercedes, Departamento de Soriano, el 12 de febrero de 1966. Jugó en Banfield como lateral derecho, entre 1986 y 1991, 152 encuentros y marcó nueve goles. Había jugado en Peñarol, de Mercedes; en Wanderers, de Soriano; en Parque del Plata, de Canelones, en Uruguay. Y después del Taladro, cerró su campaña en Colón, de Santa Fe. Retirado, hizo experiencia dirigiendo equipos locales y la Selección de su Soriano natal. Pero su amor por Banfield, continúa hasta hoy y dos por tres, llama a Luis Guillón, para recomendar a algún que otro “Yorugua” que llega para probarse.

Miguel Robinson “Pico” Hernández Ferreyra, oriundo de Minas, Departamento de Lavalleja, Uruguay, “lo anotaron” el 10 de marzo de 1964. Jugó en Banfield como delantero, entre 1984 y 1987, y solo en el ascenso, convirtió 62 goles. Había jugado en Parque del Plata, de Canelones, en Uruguay. Y después del Taladro, fue transferido al América de México y de ahí, al Necaxa. Fue prestado a Vélez. Volvió al Taladro para luego jugar en Douglas Haig de Pergamino; Liverpool y Nacional, de Montevideo. Desde su retiro, trabaja en las Divisiones Juveniles de Banfield, aunque tuvo pasajes por Celaya, para con Birriel, dirigir la escuela infantil de fútbol del club y también fue DT de Al Itihad, de Libia. Unos años atrás, fue también DT campeón de la Superliga de la 5ta. División. Y el año anterior a esto, con una categoría menor, había sido segundo. Además, en varias oportunidades, fue DT interino y salió a la cancha con la Primera de Banfield.

Fueron los primeros usuarios de la “Pensión Banfield”, pero no de las confortables habitaciones que tiene hoy el Predio de Luis Guillón. A los “Yoruguas” le hicieron una pensión, debajo de la Tribuna Fani, donde hoy está el colegio. Al decir de “Pico”: “en invierno, nos moríamos de frio y en verano, nos moríamos de calor.” Así y todo, eran felices y su estadía fue muy disfrutable.

Aquellos uruguayos llegaron hace aproximadamente cuarenta años y todavía están en el corazón de todos y cada uno de los banfileños. No fueron unos simples refuerzos, que pasaron por el club, sino que se enamoraron e hicieron de sus vidas y de Banfield, una sola historia. Claro que por los ochenta, tenían bastante más pelo que hoy.

 

Por Marcelo Silva Larregui

Foto: "Soy de Banfield"

Publicado el: 30/10/2020

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