Lease por olvidable a un partido que nos dejó poco y nada. Un puntito que no sirve de mucho en lo actual. Más para sentirte orgulloso en lo que respecta a la historia que al torneo que corre. Porque Banfield, por lo menos, mantuvo la diferencia favorable de +8 en el historial de enfrentamientos directos con el Granate. 

En lo que al juego respecta, cabe destacar nuevamente la solidez y actuación de Mauricio Arboleda, que sigue demostrando partido a partidos que da la talla para defender el arco del Taladro. Y en lo ofensivo, sólo algún destello de Álvarez y Dátolo como para ilusionar al hincha a la distancia. Pero siempre bien contenido por Andrada y la defensa local. 

Lanús tampoco fue muy superior. Sólo de a ratos. Ambos alternaron buenas y malas en un partido caracterizado mucho más por el buen juego que por la lucidez individual y colectiva. Un tiro libre de Pasquini que dio en el travesaño, una ataja de Arboleda a Acosta, un remate de Dátolo y lo propio de Remedi. Y dejemos de contar. 

Banfield sumó de visitante y mantuvo la ventaja estadística. Ahora a pensar en lo que viene. Termina de la mejor forma posible y enfocarse en la Copa Sudamericana del segundo semestre.